EL genio italiano del vestido, Gianni Versace (1946-1997), se inspiró, entre otros, en el arte grecolatino para crear colecciones y modelos que han pasado a la historia de la moda.
Versace nació en Reggio di Calabria (S de Italia), donde de niño, según confesó en 1992, empezó a apreciar la Ilíada, la Odisea y la Eneida y comenzó a respirar el arte de la Magna Grecia. Sus creaciones reflejan el arte clásico cuando en ellas aparecen pliegues y drapeados, grecas, guirnaldas, palmetas, amorcillos, atlantes, cariátides y muchísimos otros detalles y conceptos.
Se comprende que el icono identificativo de la marca fundada por él en 1978 sea una medusa enmarcada en una greca circular. Peinado más sofisticado y mirada más hipnótica que el de la mítica gorgona no puede haber. Es, también, la medusa un símbolo protector, apotropaico. Quien lo lleva, aleja de sí los malos espíritus.
Desaparecido el genio, la firma no ha olvidado sus raíces y ha puesto en el mercado un perfume llamado Eros, publicitado en un contundente spot de 31 segundos y 25 planos que visualiza a un "héroe erótico" clásico (en italiano eroe 'héroe' está aún más cerca de eros 'amor' que en español).
Últimamente, para la campaña primavera/verano de 2013, Versace ha caracterizado a la niña mala de la moda, la proteica Kate Moss, de diosa de la caza, amazona o gladiadora, no se sabe bien; en cualquier caso, de diosa de la Antigüedad clásica.
Con ese barniz metálico, la modelo se nos muestra irreconocible, transformada; por eso la hemos llamado proteica, aunque el adjetivo le siente grande (Proteo era un dios marino que tenía el poder de metamorfosearse en lo que quisiera: en animal, agua, árbol...).
Ártemis (Diana), la diosa de la caza para los griegos, reinaba sobre los animales del bosque. Había decidido permanecer virgen y por ello protegía la castidad. En un himno dedicado a esta diosa, el poeta Calímaco le hace pedir a Zeus que le conceda la fisonomía que desde entonces le conocemos: túnica corta de cazadora, sobre las rodillas; cabello partido y recogido en la nuca; sandalias; arco y flechas; escolta de animales, perros o ciervos.
Por su parte las amazonas vivían en el Cáucaso bajo el gobierno de una reina. No admitían la presencia de hombres en sus dominios más que una vez al año, para la propagación de su raza. Recorrían las regiones del Asia Menor montadas a caballo, viviendo del pillaje y de la rapiña. Combatían con arco, en el que eran muy diestras; se les atribuía la costumbre de amputarse el seno derecho, para facilitar el manejo del arco.
Tuviera en mente amazonas, diosas o gladiadoras, Versace ha retomado la senda clásica en esta nueva colección. Lo clásico, habrá recordado, es garantía de éxito.
Tuviera en mente amazonas, diosas o gladiadoras, Versace ha retomado la senda clásica en esta nueva colección. Lo clásico, habrá recordado, es garantía de éxito.
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