20 de abril de 2012

Hallada una sandalia de legionario romano

TREINTA y tantas tachuelas encontradas en una zanja en el Raval de Barcelona han servido para reconstruir la sandalia (la suela) de un legionario romano del siglo II. ¿No es increíble? Una humilde huella —nunca mejor dicho— de la antigua Roma en Barcino (Hispania) nos retrotrae a la vida militar de los soldados de a pie romanos, como con entusiasmo contagioso hace el periodista al elaborar esta noticia.



Este tipo de sandalias se llamaban caligae y las llevaban los soldados rasos y los centuriones. Germánico se las ponía a su hijo cuando le paseaba por el campamento entre los soldados; ellos fueron los que apodaron al niño Calígula, sobrenombre con el que la Historia identifica a quien llegó a ser uno de los emperadores más perturbados de Roma.
  
Las tachuelas, apretadas en la suela de la sandalia, permitían no sólo no resbalarse en la refriega, sino también machacar al enemigo a pisotones...

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